El caso Kamila Valieva
El pasado 6 de febrero de 2022, la patinadora artística rusa Kamila Valieva destacó por su participación histórica en los Juegos Olímpicos de Invierno al realizar un salto cuádruple jamás logrado por ningún otro deportista en las Olimpiadas; hazaña aún más notable gracias a la corta edad de 15 años de la deportista, hoy en día referente mundial en la disciplina. Esto, en definitiva, fue determinante para que el Comité Olímpico Ruso se llevara el título de campeón olímpico en la prueba por equipos de patinaje artístico y, con ello, ganase la tan anhelada medalla de oro.
Sin embargo, este triunfo se vio empañado por la pública sospecha de que Valieva habría acudido al dopaje, previo inicio de las justas olímpicas, cuando participaba en el Campeonato de Rusia en la ciudad de San Petersburgo. Las acusaciones se realizaron con base en un posible consumo de trimetadizine, medicamento normalmente usado para tratar anginas, vértigo y enfermedades cardiovasculares, pero que en deportistas implica un favorecimiento en la circulación sanguínea, lo cual otorga altas ventajas competitivas. Esto, a su vez, se acrecentó debido a la ausencia de la deportista en los entrenamientos, lo cual fue explicado por la Federación Rusa de Patinaje como parte del descanso durante las Olimpiadas. No obstante, con motivo de ello, el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió aplazar la ceremonia de entrega de metales de la competencia de patinaje artístico por equipos.
A pesar de las severas acusaciones en contra de la patinadora rusa, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) el 14 de febrero emitió fallo autorizando a Valieva para continuar compitiendo en los Juegos Olímpicos de Pekín 2022, de conformidad con la explicación de Mathieu Reeb, director general del TAS: “No es culpa del atleta si la notificación le llegó en plenos Juegos Olímpicos”. Esto se debe, principalmente, a que el laboratorio adjunto a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) demoró seis semanas en analizar la respectiva muestra, la cual no fue marcada como “prioritaria”. En adición a eso, al ser Valieva menor de edad, el TAS aplica sanciones reducidas que descartan, entre otros, una posible suspensión, pues en palabras de Reeb, “Impedirle participar en los Juegos Olímpicos le habría causado un perjuicio irreparable”. No obstante esta decisión, el AMA expresó su profundo desacuerdo y la Agencia Rusa Antidopaje (Rusada) su decisión de suspenderla provisionalmente.
La anterior decisión del TAS no significa, ni mucho menos, que la atleta quede absuelta de cualquier otra sanción, ya que si es declarada responsable de dopaje, podría prohibírsele un tiempo su participación en cualquier tipo de competición o, incluso, la anulación de todos los resultados obtenidos el pasado diciembre, lo que significaría la pérdida de sus títulos como campeona de Rusia en 2021, campeona europea en 2022 y las medallas ganadas (o que potencialmente pueda ganar) en los Juegos Olímpicos de Invierno 2022. Sin embargo, los efectos de las sanciones del posible dopaje no solo recaerían en los resultados personales de la patinadora artística, sino en el deterioro de la imagen de Rusia a nivel mundial y deportivo; país con una trayectoria de casos sistemáticos de dopaje en los Juegos Olímpicos de Sochi 2014, que concluyeron en serias sanciones contra el Comité Olímpico Ruso y Rusia, comportamientos calificados a nivel internacional como vergonzosos y que opacaron la imagen del Estado.
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